NÚMERO 12 | Marzo, 2015

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Psicoanálisis. Humor y sátira | Graciela Reid

El chiste es una actividad que tiende a extraer placer de
los procesos psíquicos, sean estos intelectuales o de
cualquier otro género.
Freud, 1905

Humorístico, satírico e irónico son los distintos modos de clasificación del humor según el filósofo y psicólogo Theodor Lipps (1883) (1). En este número de la Revista Digital tomaremos como reflexión lo que produce particularmente la sátira, utilizando el humor gráfico como plataforma para pensar las representaciones y formas de describir la actualidad política, social y cultural.

Como punto de partida, podemos comenzar esbozando el temprano interés de Freud por la relación entre el chiste y los sueños, cabe resaltar, que fue justamente este vínculo el que lo llevó a indagar sobre los mecanismos psíquicos de estas formaciones y su conexión con lo inconsciente. En ese sentido, ya en el texto de comienzo del siglo XX, «El chiste y su relación con lo inconsciente» (Freud, 1905), el humor aparece como una herramienta eficaz para la ganancia de placer. El fin último de este recurso es lograr reestablecer el equilibrio psíquico frente a la amenaza de un afecto displacentero.

Por otro lado, girando el prisma de la primera tópica, podemos arribar al humor desde la dimensión económica: «el placer del chiste surge de un gasto de inhibición ahorrado; el de la comicidad, de un gasto de representación (ideación) ahorrado y el de humorismo, de un gasto de sentimiento ahorrado» según el maestro vienés (Freud, 1905). En esas tres modalidades de trabajo del aparato psíquico, el placer proviene del ahorro y viene a suplantar la dicha perdida en la infancia. Podemos pensar, entonces, que lo lúdico, aquel placer ganado en el juego, se traslada luego al humor.

Siguiendo a Freud, la peculiar atracción y fascinación que tiene el chiste en la cultura y las sociedades está ligada a que “un chiste nuevo opera casi como evento digno del más universal interés; es como la novedad de un triunfo de que unos dan parte a los otros» (Freud, 1905).
A la luz de la segunda tópica y desde una perspectiva dinámica, Freud desarrolla en el artículo sobre «El Humor» los mecanismos del proceso intrapsiquico de elaboración donde rescata una corriente «amable» del Super-Yo, que le ahorra al Yo —mediando con la realidad— la ganancia de placer, por ello, «la esencia del humor consiste en que uno se ahorra los efectos que la respectiva situación hubiese provocado normalmente, eludiendo mediante un chiste la posibilidad de semejante despliegue emocional» (Freud, 1927).

A su vez, «el humor no tiene sólo algo de liberador, como el chiste y lo cómico, sino también algo de grandioso y patético, rasgos estos que no se encuentran en las otras clases de ganancia de placer derivada de una actividad intelectual. Es evidente que lo grandioso reside en el triunfo del narcisismo, en la inatacabilidad de yo triunfalmente asegurada». Lo grandioso que el humor aporta reside en el triunfo narcisista; «el yo rehúsa sentir las afrentas que le ocasiona la realidad […]; se empecina en que no pueden afectarlo los traumas del mundo exterior» (Freud, 1927).

Podemos decir, entonces, que el humor es situado como uno más de «los métodos que el aparato psíquico humano ha desarrollado para rehuir a la opresión del sufrimiento» (Freud, 1927). Esto último es central y retomando —de la mano de Freud— a Fischer K. ubicamos el nexo entre el chiste y lo cómico describiendo así que «el chiste debe poner de relieve algo oculto o escondido […] es lo feo en cualquiera de las formas que se manifieste: donde está escondido, es preciso descubrirlo a la luz de su abordaje cómico; donde es poco o apenas notable, hay que destacarlo y volverlo patente para que se evidencie de una manera clara y franca […] Así nace la caricatura» (Freud, 1927, págs.14-15) que es justamente nuestra plataforma de reflexión.

Para avanzar en el análisis de esta última, podemos indicar que algunas publicaciones sostienen que nace (la caricatura) propiamente en Francia, tras las ilustraciones alusivas a temas controvertidos y de personajes como Napoleón III y Luis Felipe. La caricatura y, en particular, la caricatura política es desde entonces un sistema de lucha dirigido con virulencia contra personajes de la vida pública, con el ánimo de ridiculizarlos para resaltar sus errores. Además, y resulta fundamental mencionarlo, la caricatura también aporta una visión no formal a la opinión pública, permitiendo revivir el pasado gracias a la facultad del hombre de integrar elementos heterogéneos a la visión histórica. Su propósito de inmediatez se transforma en documento histórico gracias a la contundencia de su mensaje y a su capacidad de comunicación rápida y sencilla.
Como toda obra, la caricatura, señala García (2003) contiene una amplia gama de recursos técnicos y creativos provenientes de los diferentes movimientos pictóricos, deviniendo así en una verdadera obra de arte, satírico, pero arte al fin.

El MosquitoEn ese sentido, queremos avanzar aquí en un breve recorrido por las primeras publicaciones en nuestro país y que tuvieron una gran repercusión. En primer lugar, nos encontramos con la revista de humor El Mosquito que ha sido la que más tiempo se mantuvo en circulación. Salió por primera vez el 24 de mayo de 1863 y, según nos refiere Ávila (2000) , se trata de un periódico satírico burlesco de caricaturas en el que escribía habitualmente el escritor y político Eduardo Wilde. En las páginas de El Mosquito brillaba Meyer con sus caricaturas y, en especial, se destacaban los bosquejos antimitristas del extraordinario dibujante francés Henri Stein cuyo seudónimo era «Monet». Al fin del siglo, ya había muchos temas de que reírse: ferrocarriles que no siempre iban por la vía adecuada, políticos excesivamente ambiciosos, proyectos que fracasaban.

En este punto, podemos señalar que en distintos momentos históricos se denuncia, a través de la sátira, diversos problemas sociales que ponen en cuestión y tensión problemas de poder y desigualdades sociales y genéricas. Como ejemplo de ello, tomamos a Mónica Ogando (2013) que describe y valora las características de los procedimientos enunciativos de El Mosquito, el lenguaje festivo y mordaz, el progresivo protagonismo del dibujo sobre la palabra. Los creadores sostienen una actitud crítica, objetivizante y de denuncia. Dicha publicación tuvo gran impacto en su momento por lo que tomaremos una publicación que actualiza el tema social de la violencia contra las mujeres. En ese entonces, se realiza la siguiente portada como efecto de denuncia:

El MosquitoPor otro lado, siguiendo este breve recorrido, podemos mencionar que en 1884 surgía el periódico Don Quijote del periodista y dibujante español Eduardo Sojo que, por su acidez, castigó al poder de su época. En ese periódico trabajó el ex comisario y escritor Sixto Álvarez, también conocido por su pseudónimo de «Fray Mocho» y el dibujante José María Cao. Desde esa publicación se plantea al humor como un arma poderosa. Hasta tal punto había llegado su influencia que el propio fundador del radicalismo, Leandro N. Alem, sostuvo que «la revolución de 1890 la hicieron las armas y las caricaturas». En Don Quijote se originaron los apodos a los principales políticos de ese momento: «El Pavo» al presidente Roque Sáenz Peña; «El Zorro» a Julio A. Roca; «El Burrito Cordobés» a Miguel Juárez Celman; «Cangrejo» al presidente José Evaristo Uriburu y muchos otros.

Don QuijoteEl presidente de la Nación Miguel Juárez Celman caricaturizado como el "burrito cordobés" por su incapacidad para solucionar la crisis económica, Don Quijote, año 6, nro. 22, 12-1-1890.

 

Luego, en octubre de 1898, aparece otra revista humorística llamada Caras y Caretas, que venía del Uruguay, en donde el español Eustaquio Pellicer la había iniciado en 1890 como semanario festivo, literario, artístico y de actualidades. Caras y Caretas representó la madurez del humorismo político. «Llegó la caricareta, llegó la caricareta» gritaban los diarieros para ofertar esta revista. En 1899 acusaba duramente a los políticos corruptos y criticaba a los tranways «que matan más gente que la fiebre amarilla». Viñetas de la vida cotidiana, décimas intencionadas, gráficas costumbristas, notas que registraban el crecimiento y los cambios del país y los «reclamos» de los primeros años del nuevo siglo eran parte de su contenido.

CarasyCaretasSábado 8 de octubre de 1898, salía a las calles de Buenos Aires el primer ejemplar de Caras y Caretas. (Caras y Caretas, 2015)

 

Desde una perspectiva más actual, podemos decir que el humor gráfico acompaña los tiempos históricos con modalidades que conmueven los imaginarios y la sensibilidad de los tiempos que vivimos. «Parece que el humor se ha vuelto cosa seria», así lo refiere la dramaturga y humorista gráfica Diana Raznovich: «El humor tiene una llegada que a veces la “seriedad” no tiene, depende de la búsqueda de quien lo ejercite, pero yo creo que el humor es una cosa muy seria. Desestabiliza cosas que están establecidas como verdades eternas y es más fácil hacerlo desde la crítica incisiva del humor que desde la tragedia. Tiene una mirada desacralizado» (Brillembourg, 2013). La autora hace humor de cosas serias con lucidez y critica, aún en las situaciones más dramáticas. Encuentra la potencia en el humor cuestionador como de los estereotipos de género, las desigualdades, de los falsos valores, del poder en sus formas más veladas de ejercicio. Para ella «el humor gráfico es un chispazo, un instante, un destello. Una brevísima secuencia escrita y dibujada, que te hace pensar y sonreír. O no».

Maitena1En ese sentido, para Maitena —otra gran exponente femenina en lo que a humor refiere— ha logrado con su extensa obra que logremos reírnos de nosotras mismas, pudiendo visibilizar estereotipos sociales anclados y reproducidos mediante roles genéricos. También graficó una de los momentos más traumáticos de principio del siglo XXI, hecho que cambió la forma de vivir en el mundo: la caída de las Torres Gemelas. Sobre este acontecimiento en un reportaje le preguntaron sobre si hay que ponerle limite al humor, a lo que Maitena respondió: «Quizás un chiste de humor negro y que tuviese que ver con la situación me hubiese parecido periodísticamente bien, pero yo tengo un límite que es el dolor de los demás. Por eso hay temas, como el aborto, que tampoco toco en mi trabajo cotidiano. AunqueMaitena2 se les pueda encontrar algún tipo de veta, yo prefiero no hacerlo, pero creo que el límite tiene que estar en cada uno. En cuanto a la interpretación del dibujo aclara: Yo no interpreto, pero me parece bien que los demás lo hagan. Lo que tenía que decir sobre el atentado lo dije en el dibujo, solo podría agregar que la protagonista es una mujer, porque las ciudades son femeninas, y en ese momento sentí que había algo femenino en el dolor de esa mujer» (Libedinsky, 2001).

En resumen, podemos afirmar que estamos frente a un mundo conmocionado en sus formas de constituir la otredad y la mirada sobre las diferencias, sean estas genéricas, étnicas, religiosas, culturales o ideológicas. Restituir a través de una imagen, de la creatividad del lenguaje es un intento de sustituir las palabras arrebatadas de las víctimas, impone silencio, presencia de muchas ausencias, impone trabajo de duelo a los/las que quedan como testigos del otro lado de las manifestaciones de lo siniestro en relación con los otros, compartido con nuestros semejantes, el humor sirve de vía para metabolizar el dolor.
Desde una mirada histórica, como la que intentamos rastrear, podemos observar que el humor gráfico siempre ha tenido lugar donde desplegar múltiples sentidos. Estamos enfrentados a formas de la violencia irracional y muestra de ello es el atentado terrorista perpetrado en las oficinas de la Revista Satírica Charlie Hebdo de Francia.
Es tarea de los/las psicoanalistas en la función clínica y en la producción teórica —de la constitución de los psiquismos y de los vínculos humanos— dar cuenta de los modos actuales del malestar en la cultura.
Por último, debemos mencionar, a modo de reconocimiento, a algunos/as de los/as valiosos/as artistas de la caricatura y el humor en diarios y revistas desde fines de siglo XIX en nuestro país: Joaquín Salvador Lavado Tejón «Quino», creador de Mafalda (Levin, 2006), José María Cao Luaces, Alberto Breccia, Landrú, Oski, Caloi, Hermenegildo Sábat, Andrés Cascioli, Crist, Lucas y Carlos Nine, Jorge Sanzol, Daniel Paz, Rudy, Lang, Napo, Faruk, Langer y Mordillo, entre muchos otros que se han destacado en la caricatura sociopolítica, mientras que Calé, Florencio Molina Campos y Lino Palacio se destacaron por sus entrañables ilustraciones caricaturescas de tipos y costumbres, siendo célebres por sus caricaturas los periódicos El Mosquito y Don Quijote (fines de siglo XIX) y las revistas Caras y Caretas (inicios de siglo XX), Tía Vicenta (años 1960) y Humor Registrado (años 1980).

Notas al pie

[1] Theodor Lipps, citado por Freud en «El chiste y su relación con lo inconciente», A.E., VIII.

Bibliografía

Ávila, M. X. (2000): «Sátira, caricatura y parodia en la Argentina de fines del siglo XIX. Un caso paradigmático: el periódico Don Quijote (1884-1903) de Buenos Aires», en Revista Latina de Comunicación Social, N.º 27 [en línea]. Dirección URL: <http://www.ull.es/publicaciones/latina/aa2000tma/131ximena.html> Consulta: marzo 2015.
Brillembourg, H. (2013): «Diana Raznovich: “El humor es una cosa seria y desestabilizadora”», en La Nación, 8 de agosto 2013 [en línea]. Dirección URL: <http://www.lanacion.com.ar/1608449-diana-raznovich-el-humor-es-una-cosa-seria-y-desestabilizadora [Consulta: marzo 2015].
CARAS Y CARETAS. Un repaso por el pasado en cuestión de publicidades y porque no recordar lugares y marcas que ya no existe [en línea]. Dirección URL: http://caraycareta.blogspot.com.ar/ [Consulta: marzo 2015].
Freud, S. (1905): «El chiste y su relación con lo inconciente», A. E., VII.
Freud, S. (1927): «El Humor», A. E., XXI.
García, Fernando (2003) para Tebeosfera [en línea]. Dirección URL: <http://www.tebeosfera.com> [Consulta: marzo 2015].
Libedinsky, J. (2001): «El dibujo de Maitena que recorrió el mundo», en La Nación, 20 de septiembre de 2001 [en línea]. Dirección URL: <http://www.lanacion.com.ar/336665-el-dibujo-de-maitena-que-recorrio-el-mundo>. (Consulta: marzo 2015).
Levin, A. (2006): «El chiste y la angustia” Mafalda: ¿Cómo era que eran los derechos humanos?». Tesis de Maestría en Psicoanálisis de la Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados (AEAPG) en convenio con la Universidad Nacional de la Matanza (UNLaM), Revista Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados, N.º 31, 2007/2008.
Ogando M. (2013): «Humor y caricatura política en la historia argentina: la revista el Mosquito (1863-1893)». Encuentro Latinoamericano de Diseño. Universidad de Palermo, 17 Y 24 de abril de 2013.
Servicio de informaciones del Museo del dibujo y la ilustración (MUDI) [en línea]. Dirección URL: <http://www.museodeldibujo.blogspot.com.ar> [Consulta: marzo 2015].

Acerca del autor

Graciela Beatriz Reid

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