Impacto subjetivo del confinamiento

Área de Psicosomática (Presentación en la mesa de intercambio de la Jornada de Interáreas de AEAPG, 2020)

 

Impacto subjetivo del confinamiento

Coordinadoras:

Dra. Lydia Storti

Lic. Elsa Hecht

Consideramos al COVID-19 como un acontecimiento mundial que se inscribe en el dominio de la salud física y mental. Con profunda repercusión y alteración en el orden social y económico, a la vez que conmueve los cimientos de la subjetividad humana.

Pensamos que los efectos de este acontecimiento, sobre el cuerpo y en la subjetividad, dependerá de los recursos personales intra e interpersonales, de los lazos afectivos, los proyectos y de la situación laboral, como también el ciclo vital en el desencadenamiento o no de diversos trastornos.

La observación clínica, después de cuatro meses de cuarentena y confinamiento obligatorio, nos ha permitido observar, en los tratamientos en curso y en nuevas consultas, alteraciones en el equilibrio emocional, manifiestas en el incremento de ansiedades y angustias generalizadas, ataque de pánico, estados depresivos y activación de duelos no elaborados.

Al mismo tiempo, el desborde pulsional manifiesto en trastornos de la conducta alimentaria, en el mayor consumo de alcohol y de sustancias estimulantes. El agravamiento de disfuncionalidades. Gástricas-intestinales, respiratorias, dermatológicas y cardiológicas preexistentes y otras nuevas ocasionadas por ansiedades de carácter persecutorio a raíz del virus y sus manifestaciones sintomáticas.

Consideramos, como hipótesis presuntiva, el efecto de resquebrajamiento de las defensas habituales del sujeto y el desconcierto frente a esta situación y estado de incertidumbre. En estos tiempos escuchamos muchas veces: “Me duele todo el cuerpo”, “No puedo parar de comer”, “No puedo dormir”, “Me duele la panza”, “Recrudeció mi alergia”, “Tengo más acidez”, “Me caí de las escaleras”, “Me corte el dedo”.

El “cuerpo somático” parece convertirse en el escenario de lo que no puede ser nombrado de otra manera. Situación que nos lleva a preguntarnos si en estos momentos de desorganización de la realidad externa e interna, el cuerpo puede transformarse en una vía regresiva de facilitación para la expresión de angustia automática y de descarga masiva que alteran la economía libidinal de la organización del sujeto.

Se ha alterado nuestra vida y, con ello, las coordenadas de espacio y tiempo. Recordamos que en la mitología Griega se hablaba de tres tiempos: Cronos, Aion y Kairos. Hoy el tiempo cronológico del reloj se ha cambiado. El espacio público, laboral y social se ha trasladado al espacio familiar y ha provocado sensaciones de encierro y avasallamiento, al decir de un paciente, ”estamos bajo libertad condicional”.

Se ha desorganizado la rutina diaria, los hábitos y el tiempo de producción activa que han provocado sensaciones de locura y caída en un vacio profundo. En tanto, en otros sujetos, este tiempo de aislamiento obligatorio, es vivido como el tiempo de Kairos, marcado por momentos inspiradores en los que aparece la oportunidad de experimentar o mirar distinto su realidad subjetiva.

Nos planteamos qué permanece o cambia en esta situación nueva, en el marco de los tratamientos virtuales, de movilidad del encuadre —sesiones que transcurren en el coche, en la cama o en la terraza— ante la dificultad de encontrar un espacio íntimo en que no lo escuche la familia.

Hoy paciente y analista vivimos en mundos superpuestos, compartimos las mismas angustias y ansiedades. Situación que nos obliga a conservar la disociación instrumental, la abstinencia y neutralidad analítica, sostenida por nuestra escucha y el valor de la palabra. La actitud afectiva y comprensiva en transferencia nos ha de permitir contener las angustias y sufrimientos de cada paciente según su singularidad psíquica.

Pensamos que el espacio analítico de manera virtual o telefónica está garantizado, ya que existe una situación de encuentro generadora de una experiencia emocional mutativa, lugar de neo-génesis del sujeto, donde se propiciaran nuevas representaciones simbólicas que otorgan sentido a las angustias y ansiedades persecutorias de muerte. Nos preguntamos “cómo saldremos de esta situación y que mundo nos espera”. Frente al no saber, consideramos “apelar y acentuar el potencial resiliente de cada sujeto y favorecer los recursos personales, la capacidad de afrontar esta situación inédita que propician nuevas salidas sublimatorias y su proyección futura.

Bibliografía

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Freud, S. (1895): Proyecto de psicología para neurólogos en Obras completas: Sigmund Freud, Tomo.I. Buenos Aires. Argentina. Ed. Amorrortu

————(1914) Introducción del narcisismo en Obras Completas: Sigmund Freud. Tomo XIVI,. Buenos Aires. Argentina. Ed. Amorrortu

————(1923) El Yo y el Ello en Obras Completas: Sigmund Freud :Tomo XIX, Buenos Aires, Argentina. Ed. Amorrortu

Marty. (1995). La Psicosomática del adulto. Buenos Aires. Argentina. Ed. Amorrortu.

Storti. L. y otros. (1919). La Psicosomática Psicoanalítica- Teoría- Clínica- Técnica. Buenos Aires. Argentina. Ed. Letras Viva.

Zukerfeld, R y Zukerfeld Zonis,R (1999): Psicoanálisis Tercera tópica y vulnerabilidad somática . Buenos Aires. Argentina. Editorial Lugar. 1999

 ——(2005) Procesos Terciarios.Buenos Aires. Argentina. Editorial Lugar.

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