Trabajando en tiempos pandémicos. Interrogantes y experiencias

Área de familia y Pareja (Presentación en la mesa de intercambio de la Jornada de Interáreas de AEAPG, 2020)

 

Trabajando en tiempos pandémicos. Interrogantes y experiencias

Coordinadoras:

Gloria Abadi, Laura Borensztein

Integrantes:

Carmen Bianchi, Cristina Bonera,

Susana Feinsilber, Stella Grisolía,

Ana María López, Marisa Médico,

Ana di Prátula, María Laura Torres

 

“Lo extraordinario (de la experiencia)

comienza en el momento en que me

detengo y ya no tengo el dominio”. Blanchot

 

El viernes 13 de marzo fue la primera y única vez en que el área de Familias y Parejas pudo encontrarse en el aula 5, nuestro rincón de la Escuela. Ya van 118 días desde entonces. Muchas veces, como Pedrito, un pacientito, no nos faltaron ganas de gritar: “¡Basta de Zoom! ¡Sin patio no hay nada, no hay escuela! Pero ahí estamos, cada viernes delante de la compu o el celu. Haciendo lo que vamos pudiendo, “pensando corto” como dijera la escritora Mariana Enriquez.

Filtrando los excesos de información que por momentos nos hacen saltar la térmica y que, al mismo tiempo, sirven de cordón umbilical para conectarnos con ese afuera que el 20 de marzo parece haber quedado congelado hasta nuevo aviso. Suspendidos los encuentros, ahora vamos a ellos en las rutas de la red.  De golpe y porrazo, lo que era un debate, terapias virtuales sí o no, se convirtió en la opción y la posibilidad. La cuarentena reconfiguró el lazo con el otro. Con la prohibición del contacto y de la presencia, se recurren a otros modos para no perder la proximidad afectiva y así sentir que algo de lo que hasta ahora se sostenía se mantiene, aunque bajo nuevas modalidades. Es un transcurrir en clave de “paso a paso”, inventando con lo que hay en la “despensa” ante lo que se presenta. Es un tiempo del hacer e intervenir bajo una continuidad monótona y en simultáneo una generación interminable de preguntas nos interpelan y nos exceden.

Lógicas y mundos superpuestos se entreveran en preguntas y experiencias que transcurren. El paciente habla y el analista piensa y tal vez le diga como la canción, “a mi me pasa lo mismo que a usted”.

Subidos a esta ola que nos con-mueve, intentamos preguntar y preguntarnos qué se hace con lo que hay. ¿Se trata de un evento, una situación traumática, un acontecimiento? Recordamos aquellas clases inaugurales en la que Lewcowicz nos invitaba a diferenciar Trauma, Acontecimiento y Catástrofe. Para pensar trauma contamos con teorías, pero para la invención que un evento inaugural reclama, ¿cuánto nos atrevemos a romper paredes y abrir nuevos caminos?

¿Cómo contar con recursos para ello y ser creativos para dar respuesta a lo que se presenta? ¿Cómo recibimos y alojamos lo que acontece? ¿Cómo distinguir lo impensable excedentario y traumático, de lo impensado, novedoso y singular?

“¿Me espera un momento? Tengo que ver cómo está el pollo que tengo cocinando en el horno”, le dice un paciente a su analista. “¿Puedo planchar mientras hablamos?”, interroga otra paciente. “Disculpame, puede que me toquen el timbre para traerme un pedido anuncia otro”.

¿Transgresiones, mundos superpuestos, resistencias? ¿Cómo pensar lo que transcurre? Si como analistas recogemos el guante de trabajar en inmanencia y en situación, podemos decirle a un paciente: “¡Parece que es travieso Tomás!”, refiriéndose a los ruidos y a la vocecita del hijo que se escucha en el transcurso de la sesión. O hacerle un comentario a una paciente que, sentada en la cocina de su casa, deja ver un letrero que sostiene “tenés la receta justa para hacerme sonreír”.

No hace falta resaltar que mucho cambió en la cotidianeidad desde el 20 de marzo. ¿Se trata de un cambio de nuestras vidas? ¿O es otra cosa, a la que la llamamos cambio para sentirla menos disruptiva? ¿Será eso lo que se juega en aquello que hoy se llama normalidad, vieja normalidad y nueva normalidad? ¿Qué se quiere decir con eso?

Los tratamientos vía web, chat, teléfono etc., ¿son menos terapéuticos, menos efectivos? ¿Son virtuales como a veces se escucha y no presenciales? ¿Qué es la presencia? ¿Es el cuerpo? ¿Podemos ser sin cuerpo? ¿O será que, al no poder pensar cambio, como otra cosa, forzamos pensar desde la experiencia previa que fue adecuada para otra situación u otro momento?

Tal vez algo de ello, lo expresa este paciente “preferiría ir con una escafandra como un buzo antes de hacer una videollamada”.  Dificil considerar otras opciones si para lo que se presenta sólo cuenta lo conocido; aun así, nuevamente cabe preguntarse, ¿cómo distinguir las variadas formas de la resistencia y de las singularidades de cada situación y con cada paciente?

Es claro que una cosa es elegir y solicitar tratamiento a distancia vía Internet y otra, muy diferente, es encontrarse de golpe en situación de tener que optar por una modalidad tecnológica para continuar o empezar una terapia. No se puede hacer que no exista pandemia, se puede considerar qué y cómo hacer. Es la diferencia entre imposición y elección. Y, así, considerando opciones estaba Miriam, quien había suspendido la cita para una primera entrevista acordada antes del inicio de la cuarentena y posteriormente en abril escribe por WhatsApp: “Me parece que viene para largo la cuarentena. Bueno, empecemos así con video llamadas”. O Juan, “Me costó aceptar que es la manera de continuar, necesito mis sesiones”.

Tal vez el presente es una suerte de lupa que de manera brutal volvió perceptible y exhibe crudamente las condiciones inciertas de la vida. La sombra y la presencia de la muerte, escrita en números. La alteración profunda de la existencia previa nos colocó rápidamente en un torbellino que nos interpela, sin representaciones previas, vulnerables, sin las modalidades de encuentro que sosteníamos. El Corona cortó el tiempo de Cronos, ¿lo cortó?, y otro tiempo, se instaló, el del cuento de la Buena Pipa. De repente, eso de que el mundo viejo se murió, pero el nuevo aún no nació y en el medio, los monstruos.

Cada quién transcurre este presente en su modo singular. Desde la amalgama de lo que se crea entre lo que hay, lo que se presenta y la infinita capacidad de inventar. Lo que no cabe es eludir el transcurrir…

 

Bibliografía

Área de Parejas y Familias, (2017) Situaciones clínicas. Interpretaciones e intervenciones. Presentación Espacio Científico Asociación Escuela de Psicoterapia para Graduados. AEAPG, Buenos Aires

Borensztein, L. Pensar en pensarlo. Psicoanálisis – Vol. XXXVII – No 2 y 3 – 2015 – pp. 441-455

Borensztein, L. (2019) Psicoanálisis y tecnologías. Un diálogo en devenir. En XLI Simposio Anual Fronteras. Lo pensado y lo impensado. Simposio realizado en APdeBA, Buenos Aires.

Enriquez, Mariana ¿Hay que opinar sobre la pandemia? La ansiedad.     Disponible en https://www.pagina12.com.ar/260465-la-ansiedad

Lewkowicz, I (2003). Traumas, acontecimientos y catástrofes en la historia. Estos son los sujetos de la devastación. En Paidós (Ed.) Clínica psicoanalítica ante las catástrofes sociales: La experiencia argentina. Buenos Aires.

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