Irma Isabella: ¿Cómo conociste la Escuela de Psicoterapia? ¿Cuáles eran tus expectativas?
Silvia Velastegui: En los años 80 vino a Ecuador un psicoanalista argentino, Antonio Barrutia. Fue invitado para dictar un seminario. Tuvo un éxito significativo y dejó una excelente impresión. Cuando se le preguntó acerca de la formación psicoanalítica en Buenos Aires, el doctor Barrutia recomendó a la Escuela de Psicoterapia (AEAPG).
Con respecto a mis expectativas, pienso que se cumplieron pues encontré en la Escuela un lugar muy acogedor y con un nivel alto de formación
II: ¿Qué destacás de tu formación en la Asociación que haya contribuido a tu crecimiento profesional?
SV: Puedo destacar muchos aspectos que contribuyeron a mi crecimiento personal: uno sería la posibilidad de intercambio y discusión teórica dentro de un ambiente enriquecedor y estimulante. Otro, el intercambio clínico en las supervisiones grupales que se daba dentro de un marco de respeto y postura ética.
II: ¿Cuándo comenzaste a trabajar y dónde? ¿Es fácil la inserción laboral en Ecuador como analista? ¿Institucionalmente se trabaja en hospitales? ¿Obras Sociales? ¿Escuelas?
SV: Me parece importante contarte acerca de cuándo aparece el Psicoanálisis como aproximación clínica en Ecuador, específicamente en Quito, que es donde yo vivo, para ubicarte en el contexto.
A finales de los 70 y comienzos de los 80 llega a Ecuador gente formada en Francia, México y psicoanalistas argentinos que comienzan a difundir el Psicoanálisis y se van insertando en la universidad. Así es como conozco, junto a un grupo de psicólogos, a un analista de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) con el que iniciamos una institución para atención de pacientes y formación a través de seminarios. De ahí surge mi interés por ir a Buenos Aires.
Después de haber terminado la formación en la Escuela de Psicoterapia y parte de la formación en APA, regresé a Quito en el año 1993. En aquel momento, comienzo a trabajar privadamente en el consultorio (ya no existía la Institución que habíamos creado varios años atrás). Los inicios no fueron fáciles, por lo que comienzo a trabajar en un colegio como psicóloga clínica, a la par que mantengo mi consulta privada por las tardes. Te comento que en Quito hay un departamento de psicología en cada colegio donde trabajan psicólogos clínicos y psicopedagogos. Las derivaciones al consultorio privado se originan allí.
En Ecuador no hay sociedades psicoanalíticas pertenecientes a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA). En este momento existen unos cuatro grupos psicoanalíticos, tres con orientación lacaniana y el cuarto —en el que participo— que estamos como candidatos en formación analítica del Instituto Latinoamericano de Psicoanálisis (ILAP) perteneciente a la Federación Psicoanalítica de América Latina (FEPAL), una organización que depende de IPA. La mayoría de los analistas tienen consultorio privado. En las instituciones de salud, hay lugar para los psicólogos y lo que prima como requisito para los que trabajan en ellas son las maestrías académicas y no tanto la orientación teórica que se tenga.
II: ¿Cuál es la población con la que trabajás y cuál es el motivo de consulta? ¿Llegan solos o enviados por docentes, médicos, pediatras, etcétera?
SV: En este momento trabajo con niños, adolescentes y adultos y las derivaciones llegan por distintas vías. Los niños generalmente son derivados desde los departamentos de psicología de los colegios o, como tu mencionas, por médicos pediatras o por colegas. Los adultos llegan solos o por sugerencia de personas que se han analizado.
II: Contanos si podés trabajar en libertad aplicando tu formación psicoanalítica o te exigen administración de técnicas. Los tratamientos institucionales (si los hay) ¿tienen duración estipulada de antemano?
SV: No trabajo en instituciones actualmente, pero sí con niños que son derivados de colegios y, en algunos casos, sí requieren de pruebas estandarizadas y de tipo proyectivo. Y existe presión por parte de los colegios en el sentido de ver resultados rápidamente. Otra situación se presenta cuando derivan casos de abuso sexual y te convocan a juicios. Ahí necesariamente tienes que presentar informes. En esos ámbitos conocen muy poco del trabajo psicoanalítico.
Los tratamientos en Instituciones tienen una duración corta por la alta demanda que hay.
II: ¿Trabajás en privado? ¿Los motivos de consultas son similares a los institucionales?
SV: Trabajo en mi consultorio. Pienso que los motivos de consulta son similares, en su mayoría; sin embargo, a nivel Institucional te puedes encontrar con situaciones mucho más dramáticas, en todo sentido, con un deterioro a nivel económico, social y afectivo.
II: ¿Cómo es el desarrollo profesional? ¿Tienen oferta de cursos de formación psicoanalítica, supervisión y análisis?
SV: Como te mencioné anteriormente, retomé la formación psicoanalítica con ILAP en el año 2011. Regularmente vienen analistas de Latinoamérica a dictar seminarios en Ecuador, a la par que viene un analista para los análisis didácticos, y cada candidato en formación puede elegir supervisor de cualquier país latinoamericano. Un porcentaje se realiza vía skype y otro porcentaje, de manera presencial. La idea sería, para un futuro, la conformación en Ecuador de una sociedad psicoanalítica afin a la IPA. Por otra parte, integrantes del grupo ofrecemos cursos, charlas, supervisiones y análisis hacia el público en general.
II: Muchas gracias, Silvia, por este reportaje. Es muy interesante conocer cómo se trabaja en otros países y qué características tiene la consulta.
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