Revista Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados, nº 27

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Editorial

 

Entrevista a la doctora Piera Aulagnier

María Cristina Rother de Hornstein

Luis Córdoba

El niño del psicoanálisis: distintos modelos teóricos y sus consecuencias en la clínica María Teresa Cena

Criterios de curación y objetivos terapéuticos en el psicoanálisis

Editorial

Aldo Melillo

 

Criterios de curación y objetivos terapéuticos en el psicoanálisis. Obra de Bleger

Mariano Dunayevich

 

Criterios de curación y objetivos terapéuticos en la obra de Liberman

Benzion Winograd

 

Reseñas

 

El vacío mental

Jaime Lutenberg

 

Resiliencia

Aldo Melillo

 

Tercera tópica

Rubén Zukerfeld

 

Comentarios de textos

 

Revista Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados Nº 27

 

Los orígenes del sujeto y su lugar en la clínica psicoanalítica

Leonardo Peskin

por María Teresa Reddel

 

Resiliencia. Descubriendo las propias fortalezas

Aldo Melillo, comp.

Elbio Suárez Ojeda, comp.

por Mabel Rosenvald de Baril

 

Prevención en salud Mental. Escenarios actuales.

por María Rosa Pennacchioni

Jorge Lebas

Director Responsable

 

 

Fundamento:

Principio y cimiento en que estriba y sobre el que se apoya un edificio u otra cosa; razón principal o motivo con que se pretende afianzar y asegurar algo; raíz, principio y origen en que estriba y tiene su mayor fuerza algo no material; fondo o trama de los tejidos.

Las ideas de los diversos autores sobre los fundamentos del psicoanálisis se pueden esquematizar como un campo entre dos posiciones aparentemente polares y contradictorias, ya planteadas en la obra de Freud. Por un lado, están quienes piensan que los fundamentos son principios o cimientos sobre los que se apoya todo el edificio de la teoría. A partir de esa idea, requieren que los conceptos fundamentales sean sólidos, fijos, inmutables. Por otro lado, están quienes piensan que toda teoría debe incluir la posibilidad de que se produzcan cambios en sus conceptos básicos, aunque más no sea en sus contenidos.

Freud expresó sus opiniones sobre el tema: abogó de un modo contundente por la legitimidad de los cambios en varios pasajes de su obra, y dijo que el progreso del conocimiento no tolera rigidez alguna, tampoco en las definiciones. Pero también rechazó con fuerza algunos cambios que consideró como herejías y fuentes de fracaso (es el caso de las teorías de Jung y Adler).

Un recorrido por las teorías psicoanalíticas y por los artículos publicados en este número, nos muestra que efectivamente se han producido cambios, bien numerosos e importantes.

La polémica que puede quedar planteada es con qué criterios se pueden evaluar estos cambios como válidos, como pertenecientes a teorías que se mantienen dentro del campo psicoanalítico.

En el trabajo “De vez en cuando la clínica. Relato de una experiencia clínica”, Luisa Acrich nos presenta el desarrollo de un proceso terapéutico realizado en el marco del hospital público, abordado desde el modelo del “psicoanálisis compartido”. La autora trata de afirmar la vigencia de los conceptos psicoanalíticos básicos, puestos en juego en el entramado de la clínica que afronta. Admite la limitación de nuestra mirada frente a la complejidad de los fenómenos que se observan en ese campo. Por último, propone una “visión compartida con otros”, modalidad que permite abrir nuevos caminos a la comprensión.

En “Entorno al rol del ‘espejo’.Winnicott y Lacan, dos perspectivas”, Myrta Casas de Pereda señala puntos de convergencia con relación a la temática del espejo. Muestra que las dos perspectivas difieren desde el comienzo mismo por sus marcos teóricos y, sin embargo, en ambas está implícita la relevancia e ineludibilidad de la presencia del otro en la conformación de la estructura psíquica.

En “Psicoanálisis: De la talking cure a la clínica en epifanía”, Juan Carlos Cosaka se pregunta por los destinos de la praxis psicoanalítica, sobre si el psicoanálisis es útil en cualquier subjetividad. “La clínica muestra al mismo sujeto sometido a un diferente paradigma cultural o, por el contrario, el paradigma establece un ‘nuevo’ sujeto que reformula la clínica y con ella todo el aparato conceptual en que se basa el dispositivo. Desde ya nos decidimos por la primera de las posiciones –dice el autor–. Un fundamento es lo ‘primero’ a partir de lo cual todo se sostiene y a partir del cual todo existente queda fundamentado [...] La complejidad conceptual agregada después, hecha de éxitos y tropiezos, no anula sin embargo el espíritu inicial de la talking cure”.

René Kaës, en su trabajo “El espacio onírico común y compartido en la situación analítica”, se pregunta sobre las condiciones y los procesos que condicionan una situación peculiar: el surgimiento de sueños cruzados entre paciente y analista. Por medio del análisis de viñetas clínicas propias y de las de otros analistas que vivieron el mismo proceso, trata de comprender la dimensión transferencial-contratransferencial en la que se instala el sueño compartido. Este tema había sido recorrido desde la perspectiva transferencial, pero son escasas las investigaciones, tan valiosas por cierto, sobre las condiciones que posibilitan el sueño contratransferencial.

Partiendo del fenómeno de compañero imaginario de la niñez, relacionado con la capacidad de pensar, que es usado como mecanismo defensivo para sostener el self y elaborar ansiedades y fantasías, la licenciada Berta Korsunsky nos introduce, a través de una interesante producción teórico-clínica, en la fundamentación y definición del concepto “compañero imaginado” patológico. La precondición de este nuevo fenómeno clínico sería la escisión vertical de la personalidad y la transformación en alucinosis del aspecto escindido. En este trabajo valorizamos la originalidad del resultado de la investigación y la creación de un nuevo concepto clínico-teórico: el compañero imaginado.

En “Revisión del paradigma freudiano de la sexualidad. El vacío mental y la edición”, Jaime Lutenberg se propone estudiar a pacientes donde el vacío mental es nuclear y con un polimorfismo sexual que condiciona su vida. Estas neosexualidades no estarían vinculadas a perturbaciones primarias de la vida psicosexual, sino a graves rupturas simbióticas. Para estos cuadros clínicos el autor plantea trabajar en la técnica con el concepto que llamó “edición en el análisis”. Se trata de lograr una edición de los acontecimientos vinculados a su vacío mental, lo que implica una reconstrucción en su mente de una estructura que actúe como continente de nuevos contenidos.

En “Acerca del cambio psíquico y la intervención del psicoanalista en la actualidad”, Alfredo Maladesky revisa el concepto de cambio psíquico desde Freud hasta la actualidad. Se propone la ampliación de dicho concepto en virtud de la experiencia clínica con pacientes que considera en los límites de la analizabilidad. Estudia las intervenciones del analista y pone el acento en la necesidad de los cambios en el funcionamiento psíquico de éste para poder lograr los deseados cambios en los pacientes.

Rodolfo Moguillansky aborda un tema de gran actualidad en su trabajo “La significación y el psicoanálisis. Una ontología negativa”. Postula que lo negativo fue pensado primero como un juicio de atribución y se fue deslizando luego hacia un juicio de existencia. Posteriormente articula el tema de lo negativo con otro punto de gran interés: la significación en psicoanálisis.

En “La perspectiva intersubjetiva y sus destinos: la terapia psicoanalítica de pareja”, Miguel Spivacow realiza un aporte a los fundamentos teóricos de la terapia vincular. El autor define con claridad los conceptos teóricos fundamentales del paradigma de la intersubjetividad y los ilustra con viñetas de la terapia psicoanalítica de parejas, una de sus aplicaciones principales.

En la “Mesa redonda” intentamos recoger ideas que expresaran distintas formas de abordar el tema de los fundamentos desde diversos puntos de vista. Al enfoque propio y personal de Rodolfo Moguillansky se agregaron las referencias a las ideas de Lacan, reelaboradas por Leonardo Peskin, de un modo muy apto para el intercambio. Benzion Winograd presentó un ordenamiento metodológico, más ideas propias y de autores contemporáneos. Félix Schuster aportó un enfoque filosófico que las características del tema sugerían como necesario.

Este año, en la mesa redonda, utilizamos una metodología distinta, destinada a lograr una profundización en el intercambio de ideas. Efectuamos dos reuniones con quince días de intervalo. Solicitamos a los participantes que en la segunda reunión centraran sus comentarios en las presentaciones de los otros miembros del grupo, realizadas en la primera reunión. El texto es más extenso, pero el diálogo entre los autores resultó más intenso y fructífero.

En “Si creas historia, cosecharás tempestades”, trabajo de un equipo de investigación coordinado por Andrea Martínez Filomeno, se demuestra con rigurosidad metodológica que el paradigma freudiano constituyó una verdadera revolución científica en los términos de Thomas Kuhn. Para ello, utilizaron el método interpretativo de indicios que surgen a partir del análisis de documentos históricos y biográficos.

En los interesantes reportajes efectuados por Héctor Krakow, después de las respuestas sobre la situación actual del psicoanálisis en la Argentina y en el mundo, se interroga a Isidoro Berenstein y a Cláudio Eizirik sobre la existencia de crisis en el paradigma psicoanalítico. Expresan allí interesantes ideas personales acerca del desarrollo de la teoría psicoanalítica después de Freud, así como sobre su futuro.

La entrevista a Horacio Etchegoyen, realizada por Mónica Vorchheimer, toma la dimensión de un interesante trabajo en el cual el entrevistado despliega sus ideas con sinceridad. Comienza por decir que hay motivos válidos para replantearse los fundamentos del psicoanálisis cuando hay cambios tan intensos como en la época actual. Cuestiona luego diversas teorías, revisa los elementos que él considera fundamentales del psicoanálisis, y toma de lleno el tema planteado con valentía y claridad. Por último, Etchegoyen habla de la interdisciplina y de las líneas más importantes para la investigación en el futuro. Pondera la utilidad y los riesgos de la vinculación del psicoanálisis con la universidad, para terminar con una especie de “consejos al médico” ante lo que él ve como dificultades actuales en el psicoanalista.

Como puede verse, el tema de los fundamentos se nos presenta en este número con un panorama muy amplio y ávido de discusiones y actualizaciones. Parte de ellas fueron aquí abordadas por los autores y dejarán en el lector la impresión de haber recorrido un camino necesario en este momento de tantas incertidumbres. Otros aspectos quedan planteados, sugeridos, y otros no mencionados; queda un terreno fértil para futuros desarrollos teóricos, clínicos y técnicos.


AEAPG

próximo número

primavera 2004

 

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