NÚMERO 22 | Octubre 2020
VER SUMARIOEntrevista a María Laura Méndez | Ileana Fischer y Aníbal Repetto
En esta entrevista María Laura Méndez plantea la importancia de detenerse a reflexionar y conversar sin la meta de predicación de verdad en tiempos actuales cuya característica es la aceleración. Dice: «Pensar es siempre preguntarse». Desarrolla el concepto de acontecimiento como una inflexión que produce un cambio de dirección y puntualiza la diferencia entre resiliencia y cambio. Plantea cómo la pandemia visibiliza la fuerza de lo colectivo como modo de afrontamiento y cómo la idea de superioridad de la especie humana por sobre otras es puesta en cuestión. Siguiendo los postulados de Espinosa, refiere que nada de lo vivo tiende a la muerte en cierta discrepancia con lo planteado por Freud respecto de la Pulsión de Muerte. Indica la preponderancia de la dominación y deslegitimación de ciertas estructuras de poder y cómo el sistema capitalista necesita para existir de la desigualdad.
Acerca del autor





Hola Laura. Soy Jorge Abud y hace tiempo que estoy tratando de encontrarte. No se que me deparará el destino pero tengo ganas de viajar a Buenos Aires, verte a vos y saludar a Milita Molina. ¿Tenés un celular para mandarme? El mío es 343- 4803437. Estoy jubilado desde hace varios años y no te imaginás tu presencia cotidiana como JTP en la cátedra de la UADER: mientras escribo esto estoy escuchándote. Ahora trabajo en un artículo sobre la historicidad del inconciente no sólo su aparición como categoría epistémica en 1900 sino su historicidad ontológica. Pensar en un Inc. histórico es como preguntarse si, hubo en el pasado seres humanos que no tenían piernas o hígado. ¿No eran públicos, acaso, en Grecia Mitos y Logos que hacían innecesaria la reificación freudiana del aparato psíquico? Bueno, en eso nado, querida Laura. Tendríamos para hablar como loros durante mucha noche como aquellas de estudio en tu depto. en Paraná y que extraño con frecuencia. Cuánto te debo, Laura querida. Liliana y Mirta están muy encerradas (digo, por se amable) y no soporto los desplantes por olvidarme del barbijo o (como le dicen aquí) Tapabocas, sin disimulo y sin metáfora. Te mando un besote enooorme y ojalá leas este mail. Jorge Abud. Ah, a Arturo lo vi una sola vez en el correo aquí, en Paraná. No se cuanta amistad o contacto tenés con él pero a mi sus rasgos psicopáticos ya me resultan verdaderamente temibles y detestables.